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La mineria ilegal un problema de hoy

La falta de informacion hace que un grupo maneje la selva peruana como su chacra.

Publicado: 2017-08-18

El diario el mundo informa sobre como la mineria ilegal esta casi en control de bandas de asesinos contratados por los mas importantes empresarios de este sector, una noticia que no se ha escuchado mucho en Lima, seguramente las consecuencias de vivir de espalda a la realidad la pagaremos en algunos años.

Irene Leguía espera desde hace 6 meses los resultados de una prueba de ADN que podría probar que su hija fue asesinada y reducida a cenizas en La Pampa, la zona de minería ilegal de oro más grande de la selva peruana. La púgil Aymee Pillaca -la hija de Irene- desapareció al lado de su pareja, el asimismo pugilista Jimmi Chávez, en el mes de febrero de dos mil dieciseis. La joven atleta limeña engañó a su familia y les afirmó que viajaba a un torneo de boxeo en Brasil. Mas, conforme los testigos, sus pasos se perdieron en "La Rica Miel", una de las cientos de cantinas ilegales dedicadas a la trata y explotación sexual de pequeñas y mujeres en estos campamentos mineros. La madre de Aymee fue a buscar a su hija hasta La Pampa, donde cincuenta hectáreas de selva virgen que pertenecen a la zona de amortiguamiento de una reserva nacional han sido asoladas por la minería ilegal de oro. "Cuando procuré entrar, un supuesto minero me apuntó con un arma y me afirmó que no volviese más, que a mi hija la habían matado y quemado", cuenta a EL MUNDO. Irene, al lado de otras madres de desaparecidos, lleva más de un año combatiendo por conocer la verdad. Al frente de la investigación, un solo fiscal de crimen organizado. Y ante él, un caso que confirma la existencia de un escuadrón de la muerte financiado por los capos de la minería ilegal de oro. Un conjunto armado que habría matado y también calcinado en fogatas repartidas por los caminos de barro que llevan a los campamentos mineros a decenas y decenas de jóvenes.Los contrataron para suprimir y desaparecer a los ladrones que asaltaban sus dorados cargamentos. El día de hoy se han apropiado de esta tierra de absolutamente nadie, un epicentro de la minería ilegal en el continente que genera el nueve por ciento del oro que exporta Perú. Las cenizas de sus víctimas opacan ahora el brillo del oro ilegal peruano, ya no solo manchado por la depredación de la selva y la polución por mercurio.

Cenizas en la morgueLo que era un secreto conocido en Madre de Dios, la zona donde se halla La Pampa, se confirmó en el mes de febrero del año vigente. A lo largo de un operativo de la policía para liberar a una menor de las redes de trata de personas, la comitiva se encontró con 4 miembros de este conjunto armado, que dispararon a la policía. El puñado de agentes consiguió apresarlos. En la zona los fiscales descubrieron fogatas con restos humanos.En una conferencia de prensa, el coronel Amador Chávez, jefe de la zona policial de Madre de Dios, aceptó que por lo menos veinte personas estarían entre las víctimas de una banda integrada por ex- licenciados del ejército. EL MUNDO pudo revisar que en la morgue de Madre de Dios se amontonan sobres fechados desde diciembre con cenizas y restos de huesos y dientes humanos. La directiva del área de medicina legal, Patricia Ríos, reconoció que hasta el instante han personalizado restos de por lo menos doce personas. Mas habiendo sido quemados en piras de leña con keroseno, los restos están muy estropeados y su reconocimiento es más que bastante difícil.Cuando la policía hizo público el descubrimiento, una familia hasta ese momento aterrada aportó a la investigación un vídeo que muestra el horror descarnado que vive La Pampa. En el vídeo, se observa meridianamente de qué forma 2 cuerpos humanos carbonizados son sacados entre gimoteos de una pira de leña. El creador del vídeo es el hermano de los asesinados, a quien anteriormente los miembros de este conjunto armado habían obligado a lanzar gasolina a sus cuerpos y prenderles fuego.Desde Puerto Maldonado, capital del departamento de Madre de Dios, el hermano relató a EL MUNDO el horror que vivió. Los 3 chicos eran de la zona andina de Cuzco, mas los meses de verano viajaban cuatrocientos quilómetros hasta la selva para trabajar como peones en una explotación de oro ilegal. Con el agua literalmente al cuello, manejaban en turnos de veinticuatro horas una motobomba que extrae barro para buscar partículas de oro que se amalgaman manualmente con mercurio. Por este trabajo, cobraban un pequeño porcentaje del oro extraído. Con eso, ahorraban para estudiar en la universidad.Por cautela, jamás ingresaban los 3 al tiempo a la mina. Sabían que en las angostas rutas que llevan a este El Dorado de los pobres actúa un conjunto de "seguridad" que asesina y quema personas por encargo. De ahí que, cuando sus 2 hermanos no retornaron ese día, la primera cosa que hizo este joven fue procurarlos en una de las zonas de La Pampa conocidas como "quemaderos". Los halló ya ardiendo, mas aún identificables. Como pudo, sacó sus cuerpos de la enorme pira de leña. Deseaba llevárselos a su madre y sepultarlos en su tierra.

Amenazas de muerte, entre la espesura, salió un conjunto de encapuchados vestidos de militar disparando fusiles de guerra. "¿Los has sacado, huevón?", le afirmó el que parecía el líder. "Puesto que ahora los volverás a meter". Miró a su esposa, que lo acompañó hasta allá. Pensó en su hijo de cinco años, que había dejado en la carretera al cuidado de unos conocidos. Echó gasolina y los redujo a cenizas. Pensando que era inofensivo, lo dejaron con vida para nutrir su reputación de terror. Mas se olvidaron de quitarle el móvil. Y lo había grabado todo.Los testimonios de los familiares de desaparecidos en La Pampa se multiplican. Mas el temor no les deja vivir. Tras denunciar las desapariciones, han sido conminados de muerte y no cuentan con resguardo policial. Ahora se encaran a un largo proceso para conseguir no solo el reconocimiento de los restos ya recuperados, sino más bien asimismo que se efectúen más operativos forenses en las fogatas de la zona. Roxana Condori ha confirmado que su esposo se encuentra entre las víctimas de este conjunto armado. Su suegro, un veterano peón de la minería ilegal, fue sobre aviso por ex- compañeros de la localización de la fogata en la que lo habían quemado. Ingresó de manera inmediata y pudo reconocer restos de su ropa. De ahí que, su viuda pudo velar y sepultar sus restos en una pequeña caja. "Si se hacen llamar seguridad, ¿por qué razón no entregan a quienes detienen a la policía?", se pregunta Roxana, ahora madre soltera de un pequeño de 3 años. "¿Por qué razón las matan y las queman como animales?".


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